GNU/Linux, Viajes, Naturaleza, Gastronomía, Música y lo que se tercie

Los flamencos urbanos de Cagliari (Cerdeña) y la hueva de mújol que un fenicio de San Pedro del Pinatar introdujo en la isla.

El Parque Natural de Molent Argius-Saline creado en 1999 se extiende por gran parte del territorio de Cagliari, abarcando la ciudad y otras localidades cercanas como Quartu Sant’Elena, Selargius y Quartucciu. A pesar de estar en las proximidades y prácticamente rodeado de un centro urbano acoge a colonias de flamencos rosas y otras especies de aves. El Parque incluye tanto charcas de agua dulce y salobre como de agua de mar.

Estas últimas se emplean para la producción de sal de excelente calidad que utilizan, entre otras muchas cosas, para salar las huevas de mújol de forma muy similar a la de San Pedro del Pinatar. Salar, desalar y secar al sol y a la brisa del mar. El proceso se les atribuye a los fenicios, pero con toda seguridad fueron los fenicios de San Pedro del Pinatar los artífices de semejante manjar, ya que es aquí donde se prepara la de mayor calidad. La buttariga, que es como la denominan en Cerdeña, la toman cortada en tiras transversales con aceite de oliva, o también la rayan sobre la pasta, como si de queso parmesano se tratara. No la comen acompañada de almendras fritas como en Murcia, pero la pueden servir con cerveza muy fría como en Cieza.

Las fotografías fueron tomadas al este de la ciudad en una extensión presumiblemente de agua dulce (Stagno di Quartu) ubicada junto a la playa del Poetto y separada de ésta por una franja de tierra por la que discurre la carretera (Viale Lungomare del Golfo), el paseo y un carril para bicicletas. Justo detrás del estanque está Quartu Sant’Elena.

Fue una tarde con nubes del mes de octubre; llovió intermitente y repetidamente, y despejó al anochecer. No obstante, fue una tarde agradable y los pequeños sinsabores los olvidé durante la cena ante un plato de fregula a la sarda con caldo de almejas y buttariga, regado con un vino Monica di Sardegna, que culminó con unos chupitos de grapa y una conversación animada con los compañeros, entre los que se encontraba mi hermano el que poda mi limonero.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.