Si no has leído el capítulo I puedes pasar por allí, al menos, para ver las fotografías y ponerte en situación. Además, la música es excelente. (La crónica pajarera ⇒)
En este segundo capítulo seguiremos escuchando el trino en armonía de las diferentes guitarras de Paco de Lucia, John McLaughlin y Al Di Meola, pero interpretando en esta ocasión el doble tema Mediterranean Sundance / Río Ancho; el primero fue compuesto por Al Di Meola (en Elegant Gypsy, 1977) y el segundo por Paco de Lucia (en Almoraina, 1976). Vídeo del canal Jazz on MV de YouTube.
Las circunstancias a las que se enfrentó un entusiasta foto-aficionado de naturaleza
Tanto en las ramas de los olivos como debajo de estos, en el suelo donde yacían las olivas, el rango dinámico de las escenas era muy amplio, con grandes contrastes de luz entre las sombras y las zonas directamente iluminadas por los rayos del sol, cambiando las condiciones de luz en distancias de incluso unos pocos centímetros. Y el problema no es sólo que la escena fuera tremendamente heterogénea en cuanto a condiciones de luz, sino que el objeto (un pajarico) en un momento dado lo tenemos en una sombra y justo cuando disparamos está iluminado total o parcialmente por los rayos del sol, o viceversa. Además, desde mi posición algunas escenas se encontraban a contraluz.
En algunas de aquellas mañanas el cielo estaba parcialmente nublado, y cuando el sol quedaba tras una nube disminuía la luz, pero, por otro lado, el contraste entre claros y sombras se atenuaba. Yo diría que en ocasiones, cuando la luz no descendía excesivamente, esto jugaba en favor para conseguir una exposición más correcta.
Por otro lado, los pajaricos se estaban moviendo de forma impredecible; yo y el objetivo nos movíamos a pesar de estar apoyado en la ventanilla del coche; y al pulsar el disparador también podía haber cierta trepidación. Todo lo cual se agrava según aumenta la distancia focal del objetivo, y estuve trabajando con el tele-zoom entre 500 y 600 mm.
Cómo puede el pajarero foto-aficionado salir relativamente airoso ante tanto movimiento y con un tremendo rango dinámico en la escena
Estas condiciones plantean una serie de problemas técnicos a la hora de establecer la exposición óptima y lograr un enfoque preciso. Bien, pues para vencer estas dificultades lo hice siguiendo las siguientes estrategias, que creo son bien conocidas por los fotógrafos de naturaleza:
-Formato de los archivos de imagen RAW (para el post-procesado) y JPG (calidad media-baja de referencia). Aunque el cuarto oscuro es otra historia, simplemente comentar, sin entrar en detalles, que en estos casos corrijo la luminosidad, fijo el punto negro, me peleo con las altas luces, y si es necesario unas pinceladas de de color, reducción de ruido y mascara de enfoque, pero sin abusar porque las fotos pueden quedar muy poco naturales.
-Autoenfoque puntual de punto único que es muy preciso y, además, evita que la cámara enfoque algo no deseado o que se ponga por en medio (una rama u otro pájaro, por ejemplo); y, por lo general, apuntar directamente a los ojos del pajarico.
-Medición puntual de la exposición, que mide la luz en un área de la escena muy pequeña y, por defecto, sólo el objeto enfocado. Prácticamente no me daba tiempo a medir en otros lugares de la escena, bloquear la exposición, y enfocar y disparar al objeto. Aunque en ocasiones hubiera sido deseable hacerlo así, no soy tan rápido.
-Estabilizador de la imagen desactivado, ya que el tele-zoom la mayor parte del tiempo estuvo apoyado sobre la ventanilla del coche, y en esta condición se desaconseja tener activado el estabilizador. En cualquier caso, con focales grandes y objetivos pesados confío más en altas velocidades de obturación que en el estabilizador; y también porque mi pulso con el pesado tele-zoom creo que no es todo lo firme que sería recomendable para facilitarle el trabajo al estabilizador.
-Modo manual, fijando la velocidad en torno a 1/1000 (para congelar el movimiento del objeto y paliar la trepidación) y la apertura de diafragma entre f/6.5-f/8 (profundidad de campo y agudeza del objetivo); y la sensibilidad ISO automática, aunque fijando el valor máximo en 3200-6500, y modificando la apertura si es muy necesario. Y esto último fue así porque con limitaciones de luz, o luz muy variable, y cuando el objeto es oscuro, con la medición puntual el sistema tiende a utilizar en ocasiones valores muy altos de ISO, lo cual supone perdida de calidad de la imagen (mucho ruido) y sobre-exposiciones excesivas (muchas áreas de la escena incluido el objeto quedan completamente veladas). Prefiero una sub-exposición media-baja de la imagen y aumentar la luminosidad en el archivo RAW.
Algunas consideraciones de carácter general
Tango siempre muy presente que un objeto desenfocado o movido -si esta no es nuestra intención, que podría serlo- no tiene arreglo posible en el “cuarto oscuro”, y una escena, o un área de esta, velada o quemada tampoco lo tiene y, además, no tiene fuste. Así que creo abusar de la velocidad alta de obturación y de la sub-exposición, con todo lo que ello en determinadas condiciones puede conllevar.
Por ejemplo, esta casi obsesión me lleva a que en determinadas condiciones tenga que utilizar aberturas de diafragma inferiores a los valores deseados en aras a la profundidad de campo y la agudeza del tele-zoom. Es decir valores inferiores a f/7-f/9, y en macrofotografía f/9-f/11, que creo son los valores óptimos para mis objetivos. Por otro lado, también supone en determinadas condiciones utilizar valores altos de ISO, que no sólo pueden generar ruido (más si la imagen está muy sub-expuesta) sino, también, pérdida de nitidez.
Obviamente, necesito días despejados y luminosos para poder trabajar a velocidades de obturación altas, al tiempo que aperturas cerradas del diafragma y valores de ISO bajos, pero eso, afortunadamente, en el sureste de la península Ibérica no suele ser un problema. Si el día esta muy nublado, pues no se va al campo, ya habrá otros muchos días; y si llueve –lo que ocurre en muy contadas ocasiones- lo que hay que hacer en esta tierra es juntarse con los amigos y montar una tremenda fiesta. Otra cuestión diferente es cuando estas de viaje por esos mundos, entonces no hay mas remedio que apechugar con lo que se presente y hacer lo que buenamente se pueda, más si las condiciones son desfavorables. Y, en muchas situaciones, la formula “modo manual + ISO automático con limitación” creo que puede ser una buena opción, o una opción más a tener en cuenta.
Bueno, todo lo expuesto aquí puede ser muy discutible (cada maestrillo tiene su librillo) y, además, habría que matizar muchos puntos, pero eso son otras muchas historias ….
¡Ah! Y finalmente ¡Paciencia! Mucha paciencia, pero disfrutando relajadamente de tanta paciencia. Y, algo también esencial, hay que olvidarse de todo -en nuestra mente sólo los pajaricos, la escena, y la cámara y su alquimia- y a disfrutar plenamente del momento, que los disgustos y las pesadumbres, no lo duden, ya llegaran por ellos solos.
Saludos flamencos,
2 ideas sobre “Una crónica pajarera y fotográfica en torno a unos olivos en El Valle (Murcia). Capítulo II. La crónica fotográfica: Cámara en modo manual + ISO automático, y otras estrategias y consideraciones.”
Buenas tardes.
Gracias por compartir tu técnica, y desde luego que sí sales airoso con las fotos "En torno a unos olivos".
Las fotos del Petirrojo me parecen espectaculares.
Un saludo. Alex
Gracias Alex, muy amable. El petirrojo es muy fotogénico y considerado con el fotográfo.
Saludos flamencos,