Contenidos
- Taxonomía y situación de las fotografías
- Algo sobre la morsa del Atlántico
- Una especie y dos subespecies
- Algunas características morfológicas destacables
- Vive en grupos y reposa en «montones»
- Un excelente buceador y un gran consumidor de almejas
- Reproducción de la morsa del Atlántico
- La población de morsa del Atlántico en las islas Svalbard
- Galería fotográfica de la morsa atlántica
- Bibliografía
Taxonomía y situación de las fotografías
Especie: Morsa del Atlántico (Esp.), Atlantic walrus (Eng.), Odobenus rosmarus rosmarus.
Filum: Chordata. Clase: Mammalia.
Orden: Carnivora. Familia: Odobenidae.
Grupos: Mamiferos marinos, pinnípedos, morsa.
Situación: 17 de agosto de 2019 en Poolepynten, Parque Nacional Forlandet, Isla Príncipe Carlos Forland (Prins Karls Forland), Archipiélago de Svalbard (Noruega). Del viaje “Svalbard. Los últimos glaciares. 15 al 24 de agosto de 2019”, PHOTOLOCUS y Boreal Travel; lider Chavi Nandez.
Algo sobre la morsa del Atlántico
La morsa (Odobenus rosmarus), que tiene una distribución circumpolar en el océano Ártico, es uno de los pinnípedos más grandes; el segundo tras el elefante marino (Mirounga spp.) y el más grande del Hemisferio Norte.
En las islas Svalbard las grandes colonias de morsa fueron objeto de caza desde principios del siglo XVII. Esta actividad llegó a ser tan intensa que la especie estuvo al borde de la extinción. Afortunadamente en 1952 se prohibió todo tipo de caza, protegiendo así completamente a la morsa. Desde entonces la población ha ido aumentando lentamente dado que es una especie con una tasa baja de reproducción. Actualmente se estima en torno a los 3500-4000 ejemplares.
Una especie y dos subespecies
La morsa es la única especie de la familia Odobenidae, aunque se han llegado a aceptar tres subespecies. La morsa del Atlántico, Odobenus rosmarus rosmarus; la del Pacífico, Odobenus rosmarus divergens; y la morsa de Laptev, Odobenus rosmarus laptevi. Sin embargo, en 2009 los análisis del ADN mitocondrial y los datos morfométricos mostraron que la subespecie O.r. laptevi no tenía sentido de ser; en realidad se trataría de la subpoblación más occidental de la subespecie O. r. divergens. Así pues, a día de hoy se aceptan sólo dos subespecies bien diferenciadas geográficamente: la del Pacífico y la del Atlántico.
La morsa del Atlántico, que es la que nos ocupa, se encuentra desde el este del Ártico Oriental canadiense, Groenlandia, los archipielagos de Svalbard, Tierra de Francisco José y Nueva Zembla, y hasta el mar de Kara al norte de Siberia. En invierno habita entre el hielo y áreas de aguas abiertas dentro de las masas de hielo estable (polinias); y el resto del año suele ocupar áreas costeras con acceso a aguas poco profundas.
Algunas características morfológicas destacables
El macho de morsa del Atlántico puede alcanzar pesos de 1200 a 1500 kg y longitudes cercanas a los 3 m. Sin embargo, las hembras son más pequeñas que los machos; llegan a pesar hasta alrededor de 600 a 700 kg y alcanzan longitudes de 2,5 m.
El grosor de la piel puede variar a lo largo del cuerpo pero en promedio alcanza entre 2 y 4 cm con una capa de grasa por debajo de la piel de unos 10 cm, aunque pude alcanzar hasta los 25 cm. A pesar de esa gruesa capa de grasa que les mantiene la temperatura corporal en 36,6 ºC, los vasos sanguíneos se contraen bajo las frías aguas, blanqueando temporalmente su piel.
Los largos colmillos
Una de sus características más patentes son sus enormes colmillos de crecimiento continuo, que pueden alcanzar el metro de longitud. Estos son los molares superiores que en los machos son más largos y gruesos que en las hembras. Les son muy útiles en el día a día; para salir del agua los clavan en el hielo como si de unos piolets se trataran. Asimismo son poderosas armas para ahuyentar, o en su caso, luchar con posibles depredadores, especialmente el oso polar (Ursus maritimus); contra la orca (Orcinus orca), que es el otro posible depredador, no parce que tenga posibilidad alguna.
Los machos, además, utilizan los colmillos en los combates reproductivos, que tienen por finalidad seleccionar a los ejemplares que se aparearán con sus respectivos grupos de hembras.
Las densas vibrisas
Otra característica, que además le es muy útil, es el denso bigote o vibrisas que cubre su labio superior. Las vibrisas son pelos sensoriales que cumplen una importante función táctil a la hora de identificar objetos, especialmente presas en el fondo del mar. Pueden tener entre 400 y 700 de estos pelos, distribuidos en 13-15 filas.
Vive en grupos y reposa en «montones»
La morsa del Atlántico habita en zonas de hielo, preferentemente que estén junto a aguas poco profundas (menos de 80 m de profundidad), con sustratos de fondo que alberguen una abundante comunidad de moluscos bivalvos. Consiguientemente en lugares en los que pueda acceder fácilmente a su principal alimento.
Son animales sociales que se pueden encontrar en grupos reducidos, de unos pocos ejemplares, hasta varios cientos. La morsa es ciertamente uno de los pinnípedos más gregarios. En tierra o en el hielo, por lo general, se encuentran acurrucados unos ejemplares junto a otros formado una masa compacta entre la que destacan visiblemente los largos colmillos. Así que el observador de naturaleza no puede evitar preguntarse ¿Es que no se pinchan unas a otros?
El número de ejemplares en un grupo depende de la población concreta de que se trate, y de la época del año. Es usual, fuera de la época de reproducción, que los grupos estén segregados por sexos y edad. Los machos suelen descansar en playas arenosas y de guijarros, aunque también se pueden localizar en alta mar en áreas con mayores profundidades de agua. Las hembras y los juveniles prefieren permanecer ligados a placas de hielo a la deriva, aunque también se encuentran en zonas costeras.
Un excelente buceador y un gran consumidor de almejas
La morsa del Atlántico se alimenta principalmente de moluscos bivalvos, especialmente almejas, que pueden representar el 95% del peso de las presas ingeridas. Algunas de las especies son Mya truncata, Serripes groenlandicus, Hiatella arctica, y Macoma baltica. No obstante, también se alimentan de crustáceos, gusanos, octópodos, holoturias y, en raras ocasiones, de peces demersales de poca movilidad.
Para capturar sus presas se puede sumergir hasta profundidades de 180 metros y permanecer en inmersión durante 24 minutos. Localiza el alimento en el fondo marino mediante las vibrisas que son altamente sensitivas. Para desenterrar algunas presas (almejas por ejemplo) emite chorros de agua con su boca, utilizando también los lados ásperos de su hocico; o también sacuden las aletas delanteras sobre el fondo para crear una turbulencia de agua que descubra a las presas. Los moluscos bivalvos los abren en el interior de la cavidad bucal gracia a su potente capacidad succionadora; ingieren sólo la vianda y expulsan seguidamente las valvas (conchas).
La duración de las inmersiones es variable, pero usualmente son de unos 5 a 7 minutos, obteniendo de 40 a 60 almejas en cada una de ellas. Se ha registrado que el 30% del tiempo la morsa del Atlántico lo pasa en el mar, representado la actividad de buceo el 50%, en la que realiza un promedio diario de 165 inmersiones de 3,5 a 5,5 minutos cada una. No es de extrañar, por tanto, que ante tal actividad en tierra se les observe usualmente descansando soñolienta haciendo plácidamente la digestión, en los típicos “montones de individuos”.
Reproducción de la morsa del Atlántico
La época de apareamiento es entre enero y abril, y es cuando ambos sexos se congregan por miles en playas arenosas o rocosas. Ahora bien, la cópula tiene lugar en el agua y suele ocurrir en áreas de hielo a la deriva o en polinias.
Especie poligínica
El apareamiento en la morsa es por poliginia, es decir un macho se aparea con varias hembras. De hecho, un macho se puede aparear con hasta 20 hembras en una misma temporada. El primer paso es la selección de los machos reproductores, que se lleva a cabo mediante combates en los que los colmillos juegan un papel importante. Tanto es así, que en las luchas se pueden producir heridas graves e, incluso, letales. Es frecuente observar en los machos cicatrices en torno al cuello y espalda debidos a estos combates.
Los machos victoriosos, por lo general, son los más grandes, fuertes, y de más edad. Estos realizan entonces una variedad de sonidos y vocalizaciones para atraer a las hembras y para marcar el territorio.
Baja tasa de reproducción
La morsa es un animal de vida larga pero con una tasa baja de reproducción; inferior a la de otros pinnípedos. Los machos maduran sexualmente a los 7 y 10 años, pero se aparean cuando tienen 15 años, presumiblemente cuando ya tienen las de ganar en los combates reproductivos.
Las hembras alcanzan la madurez sexual (empiezan a ovular) entre los 4 y 10 años de edad, y a los 9 suelen tener el primer parto. Tras la cópula y fecundación, la implantación del embrión a la placenta se retrasa unos 3-4 meses; el periodo de gestación es de 12 meses; y, por consiguiente, el embarazo tiene una duración de unos 15 o 16 meses. Así pues, potencialmente pueden tener una cría cada 2 años, aunque, por lo general, tienen una cría cada 3 años. El tiempo de fertilidad de las hembras es de unos 21 años.
Crías nadadoras pero materno-dependientes
La mayoría de las crías nacen a finales de mayo y principios de junio y el parto tiene lugar en tierra o sobre el hielo. La cría recién nacida tiene un peso de unos 55 kg y una longitud de unos 120 cm. Aunque nada más nacer ya es capaz de nadar, es muy dependientes de la madre en los primeros años de vida. El periodo de lactancia es de unos 2 años, y mama principalmente en el agua, aunque a veces en tierra o en el hielo.
El destete ocurre gradualmente. Durante los primero 6 meses, más o menos, se alimenta únicamente de leche, después complementa la dieta con alimento sólido. A los dos años ya es capaz de buscar su propio alimento, aunque permanece con la madre hasta unos cinco años. Entonces puede que los juveniles machos se separen del grupo de la madre y se unan a un grupo de machos, mientras que las hembras permanezcan en el grupo de la madre.
La población de morsa del Atlántico en las islas Svalbard
En las islas Svalbard la primera cacería de morsa del Atlántico ocurrió en el año 1604, continuando ininterrumpidamente durante los siguientes 200 años. En el siglo XIX las capturas descendieron drásticamente, posiblemente porque la población había sido ya diezmada. Ya saben “de donde no hay, no se puede sacar”. En cualquier caso, las grandes colonias de morsa de las islas Svalbard estuvieron al borde de la extinción. Afortunadamente, se protegió completamente a la morsa en 1952, prohibiendo todo tipo de caza. Desde ese momento la población ha ido aumentando lentamente. En 2006 se estimó que la población en Svalbard era de 2629 ejemplares, y en 2012 de 3886, lo que representó en ese periodo en un crecimiento del 48%. Además de este crecimiento de la abundancia de la población se detectaron más lugares colonizados y de madres con crías. Datos ciertamente esperanzadores.
No se conoce el tamaño de la población original de morsa anterior a la caza pero se cree que en el área Svardbar/Franz Josef Land debió ser enorme, muy superior a la actual. Es posible que con el tiempo se recupere, pero el futuro de la especie, no obstante, sigue siendo incierto. ¿Cómo afectará el cambio climático, así como la contaminación masiva del planeta? … Y, más aún ¿Qué será del Homo sapiens sapiens?
Galería fotográfica de la morsa atlántica
Saludos flamencos,
Bibliografía
Acquarone, M., Born, E.W., Speakman, J.R. 2006. Field metabolic rates of Walrus (Odobenus rosmarus) measured by the doubly labeled water method. Aquatic Mammals, 32(3): 363-369. (disponible el 27 de agosto de 2019 en https://www.abdn.ac.uk/)
Lindqvist, C., Bachmann, L., Andersen, L.W., Born, E.W., Arason, U., Kovacs, K.M., Lydesren, C., Abramov, A.V. and Wiig, Ø. 2009. The Laptev Sea walrus Odobenus rosmarus laptevi: an enigma revisted. Zoologica Scripta 38(2): 113-127. (disponible el 27 de agosto de 2019 en https://folk.uio.no/)
NAMMCO. Marine Mammals. Atlantic Walrus. Actualizado en mayo de 2019. (disponible el 27 de agosto de 2019 en https://nammco.no/topics/atlantic-walrus/)
Wiig, Ø., Born, E.W., Stewart, R.E.A. 2014. Management of Atlantic walrus (Odebenus rosmarus rosmarus) in the arctic Atlantic. NAMMCO Scientific Publication 9, 341 pp. (disponible el 27 de agosto de 2019 en https://nammco.no/wp-content/uploads/2018/10/wiig-et-al.-2014.pdf)
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