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Netrunner, otra contribución a la Linux-diversidad.

Desde hace ya algún tiempo buenos amigos de este blog me han hablado muy bien de Netrunner, me han sugerido repetidas veces que probara dicha distribución y que expusiera aquí mi opinión, como es natural desde el punto de vista de un usuario medio de escritorio. Más recientemente, me han facilitado un enlace a un artículo en el que se muestra una evaluación comparativa entre unas 19 distribuciones con escritorio KDE: In search of the Best KDE Linux distro of 2013: A comparison of 19 leading KDE operating systems. Los criterios que utiliza el autor para la evaluación son instalación (20% coeficiente de ponderación), estética (20%), reconocimiento de hardware (20%), aplicaciones preínstaladas (10%) y rendimiento (30%), este último criterio lo evalúa como tiempo de arranque (15% coeficiente de ponderación) y uso de memoria RAM (15%). 

El autor realmente ha sido metódico en el trabajo que ha realizado y, sin lugar a dudas, es una labor plausible, pero como el mismo reconoce los resultados pueden ser discutibles, tanto por los criterios utilizados como por la contribución que se asigna a cada uno de ellos para estimar el resultado final. Netrunner obtiene la primera posición, openSUSE y Kubuntu quedan por detrás y Debian con KDE en muy mala posición, penúltimo. No puedo estar nada de acuerdo, pero no voy a entrar aquí en esta discusión. No obstante, uno de los criterios que deben tener más peso es el de rendimiento, que se mide con parámetros objetivos, y aquí Debian obtuvo la máxima puntuación ¡Normal!, por algo es la madre. Pero también aquí Netrunner se lució, y esto si llamó mi atención.

Así que -aprovechando que se ha liberado la versión 13.12, que el proyecto debe estar más madurito, aunque consciente que se sigue basando en un lanzamiento experimental de Ubuntu/Kubuntu (no es una LTS)- he instalado Netrunner en mi computadora y llevo un tiempo trabajando con esta distribución en lo que yo usualmente suelo entretenerme. Y me gusta, KDE evoluciona con “mucha alegría”, de hecho, si no fuera así simplemente no hubiera escrito nada. He de reconocer que tenía un cierto prejuicio: una distribución que se basa en otra (Kubuntu), que a su vez se basa en otra (Ubuntu) y que deriva de otra (Debian); no sé, no tengo razones concretas para desconfiar por esta razón pero así es, o, así ha sido.
A lo largo de estos meses, que algo he leído sobre Netrunner, una discusión frecuente versa sobre si para unos lleva muchos paquetes instalados (codecs, plugins, aplicaciones, etc) y para otros eso es una estrategia acertada, con el objeto de de que sea una distribución “amigable” que se lo ponga fácil a todo tipo de usuarios, nuevos en GNU/Linux, pero también para veteranos, particularmente a los que prefieren una distribución sin complicaciones. En el criterio aplicaciones preinstaladas también obtuvo una muy buena puntuación en el artículo de marras.
En este contexto Netrunner es, sin lugar a dudas, una buena elección, no sólo suministra de “casa” un nutrido catálogo de aplicaciones de las distintas categorías, sino que también incluye, para facilitar la experiencia de usuario, los paquetes instalados de codecs multimedia, Flash y Java plugins, compresores, tipografías, etc, por lo que el usuario no tiene que calentarse la cabeza con este asunto.

Digital Photo Professional (Canon) trabajando en Wine.
A mi personalmente, el qué lleve más o menos aplicaciones ya instaladas y cuales sean, no lo creo importante. Diría que ahora, después de unos pocos años en Linux, casi prefiero que lleve pocas y ya instalaré las que crea necesario, pero también es verdad que cuando están instaladas puedes probar, -sin pereza- alguna que no conoces, y, ¡mira por dónde!, va y te convence. Concretamente esto me ha ocurrido en Netrunner con Clementine; me ha gustado este reproductor de música. Quizás esto pueda explicar el que aplicaciones con funciones similares se encuentren por duplicado como Synaptic y Muon (esto ocurre también en otra distros) o Calligra y LibreOffice (esto creo que no). Para los usuarios recién llegados a GNU/Linux sí es cierto que puede ser muy interesante porque se pueden encontrar con un montón de aplicaciones, y algunas, o muchas, son las apropiadas para cubrir sus necesidades. Y con el tiempo ya se irán informando de que existen otras muchas opciones y que, por lo general, instalar aplicaciones libres es realmente fácil y cómodo, particularmente si están en los repositorios oficiales de la distribución, y algo menos, si están en repositorios de la comunidad que implica añadir esos otros repositorios. 

Las aplicaciones no libres, como Skype y Virtualbox que vienen ya instaladas en Netrunner, pueden tener algo más de complicación, particularmente la segunda, pero tampoco hace falta un conocimiento extraordinario. En cualquier caso su incorporación es una facilidad más. Estas aplicaciones, no obstante, pueden dar errores, sobre todo en versiones experimentales de las distribuciones. En el caso que nos ocupa, en Skype no me funcionó el sonido, lo cual no me alarmó; suele ser frecuente, y el problema lo solucioné de igual forma que en Debian Jessie (actual testing).

Como es natural, a cada usuario le sobrarán unas aplicaciones y les faltaran otras. A mi particularmente, me sobran los juegos de los que va bien dotada esta distribución -de siempre he sido poco juguetón virtual; me gusta el cuerpo a cuerpo-. Sin embargo, he tenido que completar las utilidades y aplicaciones de fotografía que son escasas e incompletas. En este sentido, por ejemplo, openSUSE de “casa” viene mucho mejor preparada, pero a Debian hay que darle también un buen retoque; por cierto muy similar al que le he tenido que dar a Netrunner. En cualquier caso ¿Esto es realmente importante?, pues no, se instala lo necesario y a correr.


En reconocimiento de hardware -que en general cada vez es menos problemático en Linux- en el artículo anterior obtuvo también muy buena puntuación. Yo puedo aportar poco, tengo conexión a internet cableada y esto no es problemático; para la tarjeta gráfica (ATI) se configuró el controlador libre durante la instalación de Netrunner y sin problemas, pero igual que en Kubuntu u openSUSE. La impresora (HP) también sin problemas. La configuración del sistema en general bien, aunque me he topado con algo que me ha parecido raro para esta distribución. De “casa” trae instalado Ufw, pero el cortafuegos no estaba activado, que sería lo deseable. Tiene fácil solución, no obstante. He detectado también algunos fallos menores -así los califico por el momento, ya veremos-, aunque creo que pueden guardar más relación con el hecho de que se trate de una versión experimental de Ubuntu/Kubuntu. También debe estar relacionado con esto el que algunos paquetes no estén disponibles (pysdm) o que en la instalación de alguna aplicación surjan problemas de dependencias (Google Earth). La versión LTS, sin lugar a dudas, puede suponer una gran opción para los usuarios “estables”, como es mi caso. En Kubuntu he permanecido en la 12.04.


En cuanto a estética, Netrunner se ha preocupado de darle una personalidad propia, que puede gustar o no, pero no se puede negar que es diferente. Lo cual apreciamos durante el arranque del sistema, la imagen de login, el inicio de usuario, y la configuración del escritorio. Aquí tenemos Netrunner Desktop, el menú lanzador de aplicaciones Kicker, Taskmanager, etc; y como tema de decoración de ventanas Gnome3, y tipo de letra Roboto 11, lo que da una apariencia distinta a la usual en KDE. Personalmente, tampoco le doy mucha importancia a este asunto, aunque valoro el esfuerzo que han puesto los desarrolladores, y que resulta en una opción atractiva. Uno de los aspectos que me gustan de GNU/Linux, y de el entorno de escritorio KDE en particular, es que puedes personalizar tu sistema casi tanto como lo desees, y seas capaz. No obstante, yo soy algo minimalista y no voy muy allá, pero me gusta plasmar mis preferencias. Al poco de entrar ya estaba configurando cuatro escritorios virtuales -de “casa” solo viene uno- cambiando el fondo de pantalla en cada uno de los escritorios, poniendo un panel lateral, cambiando la decoración de ventanas, añadiendo una imagen de fondo al Grub, etc.


En “Preferencias del sistema” de KDE hay algunas iniciativa que me parecen interesantes. Algunos módulos de herramientas los han agrupado, lo cual me parece práctico para el usuario novel en este escritorio. Bueno, yo hasta que me di cuenta de la reorganización anduve un poco desconcertado. Pero me parecen acertado los cambios que han hecho. Por ejemplo, en “Comportamiento del espacio de trabajo” han agrupado lo que antes estaba en dos módulos separados y distantes; en definitiva han incluido “Efectos de escritorio” en aquel. Y, algunas de las cosas que siempre tengo que cambiar en KDE, aquí ya estaban configuradas como yo prefiero, esto, ya se que es una tontería, pero me ha gustado. Por ejemplo, doble click para abrir archivos y carpetas, comenzar con una sesión vacía, … También me ha parecido acertado el hecho de que Phonon venga de “casa” con dos motores, VLC y Gstreamer; no hace mucho escribí precisamente un artículo relacionado con este asunto. Y también me parece práctico el módulo “Color“ en “Pantalla y monitor”, que nos permite establecer un perfil de color para todo el sistema, aunque me falta Kgamma que es un panel de configuración para ajustar el brillo, contraste y corrección gamma del monitor.


Concluyendo, y dejando muchos aspectos sin tocar, después de varios días trabajando en Netrunner -trasteando la configuración de KDE, instalando algunos paquetes para completar el sistema según mi demanda, escuchando música, viendo algún vídeo, revelando y editando fotografías, escribiendo, paseándome por la red, trabajando en los blogs, etc-, he de reconocer que me he encontrado cómodo en esta nueva distribución. Experiencia de usuario satisfactoria. Netrunner es otra buena distribución, pero también lo es Kubuntu. Creo que la mejor distribución -al igual que el mejor entorno de escritorio- es aquella en la que cada usuario se encuentra cómodo, en la que se cubran sus expectativas, … Y en GNU/Linux disponemos de una gran diversidad de opciones para que cada uno encuentre su nicho, o su media naranja, como prefieran.


Saben, lo que más me llama la atención de sistemas como la Vida y GNU/Linux, es la diversidad (biodiversidad y linuxdiversidad), que no es, ni más ni menos, que el resultado de la evolución en distintas direcciones que conducen o bien, al éxito, o bien, al fracaso. Pero, al tiempo, la diversidad es una estrategia para garantizar la supervivencia del sistema en un ambiente cambiante e incluso hostil.
Las características de esta versión 13.12 y un vídeo muy ilustrativo los podéis encontrar en Elemento Azul, y para la descarga: Netruner.

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