La composición en especies de aves en Islandia en las diferentes estaciones, así como su abundancia, varía tremendamente a lo largo del año. Unas viven allí todo el año; otras se establecen sólo durante la temporada de cría; otras sólo están de paso en su migración; también las hay que sólo pasan el invierno; y algunos ejemplares, pero de muchas especies, aparecen rara vez, no siendo esta su habitual área de distribución geográfica. De hecho, el número de especies registradas como raras/accidentales, como vimos en el artículo anterior, es muy superior al de aquellas que regularmente se reproducen en la isla.
En Islandia, y debido a la dinámica de su avifauna, la lista de aves de un mismo observador puede ser muy diferente en función de la época del año en la que por allí ande pajareando. Y esto conduce a la pregunta del millón, a esa que dejamos colgando en el artículo precedente: ¿Cuál es la mejor época para la observación de aves en Islandia?
Cabe pensar que depende de los objetivos que persiga el observador o pajarero, y, en su caso, el fotógrafo de naturaleza o foto-pajarero. Con independencia de las recomendaciones que se nos puedan hacer, puede ser una decisión muy personal.
En este sentido esta redactado el presente artículo, que intenta mostrar de forma genérica que aves en Islandia nos podremos encontrar en cada estación del año. De esta forma, además, puede servir de orientación a aquellos pajareros que debido a sus compromisos no disponen del tiempo como se les antoja; podrán, al menos, hacerse una idea de lo que podrían observar en la época en la que buenamente les sea posible visitar Islandia.
Contenidos
Lee Ritenour para reflexionar sobre la cuestión de marras
En la entrega anterior tuvimos a la banda islandesa de jazz-funk Mezzoforte, y en esta ocasión al guitarrista Lee Mack Ritenour (http://leeritenour.com/). No es islandes, es californiano, pero como todo buen músico es universal. En el siguiente video del canal Peter Gontha de YouTube, lo tenemos en un concierto reciente en el Java Jazz Festival 2018.
Una aclaración y unas recomendaciones
Creo importante aclarar que sólo he estado en Islandia en la segunda quincena de julio; eso sí, en dos ocasiones. Obviamente, lo expuesto aquí no es fruto de mi experiencia, sino de la documentación consultada (ver Bibliografia), la cual les recomiendo.
De esta, ya pueden consultar directamente en internet “A List of Birds in Iceland” (Focusonnature.com). Aquí las especies están ordenadas según según sean reproductoras habituales, migradoras, visitantes raras, y divagante. Además, de cada especie se aporta información de interés con respecto a su relación con la isla. Una exploración minuciosa en esta web, sin lugar a dudas, nos puede permitir una aproximación más concreta de cual podría ser nuestra lista de aves observadas y/o fotografiadas.
Con independencia de la web anterior, no olviden antes de marchar, llegado el caso, obtener en Avibase el listado de las aves registras en Islandia con el formato de “cheklist” en PDF, de tal forma que marquen aquellas que observen.
Si no han leído el articulo anterior a este, quizás le pueda interesar pasarse primero por allí:
La avifauna de Islandia: Algunas características y una aproximación a sus porqués
Las horas de luz diarias a lo largo del año
Un factor importante, a la hora de planificar la observación y/o fotografía de aves en Islandia, es el número de horas de luz al día disponibles para tal actividad. Dada su latitud, este factor cambia tremendamente a lo largo del año. Quizás tengamos que tomar una decisión de compromiso entre la avifauna en un memento determinado y las horas que podemos dedicar a pajarear.
Los valores mínimos de luz se dan entre diciembre y enero (3,5 horas en el norte y unas 5 h en el sur). Este escenario, evidentemente, limita la observación y la fotografía de aves. Las máximas horas de luz se dan en julio, con casi unas 21 horas en el sur y 23 en el norte. En esta situación son las horas de sueño las que puede quedar comprometidas.
En la gráfica se muestra la evolución del número de horas de luz al día en dos puntos: Reikiavik en el sur, y Akureyri en el norte. Las diferencias a lo largo del año son más extremas en el norte. Aquí, en verano, el número de horas de luz son ligeramente superiores que en el sur, y en invierno es al contrario.
Las aves en Islandia en las distintas estaciones del año
Primavera
Llegan las aves migradoras
Las grandes poblaciones de aves migradoras llegan a Islandia en la primavera. Las primeras, no obstante, llegan antes, en febrero. Algunas de estas especies tempranas son el alca común (Alca torda) y alcatraz atlántico (Morus bassanus). Aunque, efectivamente, el pico de migración ocurre entre abril y principios de mayo; y ya para finales de este mes todas las aves migradoras están en Islandia.
A principios de primavera, al parecer, la costa rebosa de aves en Islandia. No sólo por las especies que se reproducen en la costa, sino, también, porque aquellas poblaciones que lo hacen en el interior suelen hacer una parada allí a su llegada a la isla. También, hay especies que parte de la población se reproducirá en la isla, y otra que en esas fechas sólo están de paso. Este es el caso, por ejemplo, del ánsar piquicorto (Anser brachyrhynchus).
Las migradoras de paso
Además, algunas especies migradoras que se dirigen a sus áreas de reproducción al norte del círculo polar ártico hacen una parada en Islandia. Entre estas se encuentra el correlimos gordo (Calidris canutus); el correlimos tridáctilo (Calidris alba); o el vuelvepiedras común (Arenaria interpres). Por otro lado, en el oeste de la isla se reúnen bandadas de barnacla carinegra (Branta bernicla) en zonas de marismas; e, igualmente, la barnacla cariblanca (Branta leucopsis) en los prados del norte.
Las reproductoras irregulares
También pueden llegar algunas reproductoras irregulares. Estas son especies de las que hay registro de haberse reproducido en la isla pero de forma discontinua en el tiempo. Algunas de ellas son el búho nival (Bubo scandiacus); el falaropo picogrueso (Phaloropus fulicarius); la cuchara común (Spatula clypeata); y el porrón europeo (Aythya ferina). Y por supuesto, también habrá divagantes como el silbón americano (Anas americana) o el ánade sombrío (Anas rubripes).
Finalmente comienza la cría
Tras este periodo inicial, comienza la temporada de cría de aquellas especies que realmente se reproducen en la isla. Este es un momento muy delicado y sensible en el ciclo de vida de las aves, en el que se producen las puestas de huevos; y la incubación de los mismos y desarrollo de los pollos con el cuidado y protección del macho y/o la hembra, según las especies.
Verano
A principios de verano muchas se encuentran cuidando y protegiendo a los pollos. En este sentido, en julio es fácil observar a distintas especies de anátidas en grupos familiares, como el éider común (Somateria mollissima); el ansar común (Anser anser); o la serreta mediana (Mergus serrator).
A mediado del verano ya ha finalizado la temporada de cría de muchas especies y abandonan los correspondientes lugares. De hecho, en agosto la mayoría de las aves migradoras han volado hacia el mar o hacia otros países. El frailecillo (Fratercula arctica) se marcha de los acantilados en agosto, y también, el arao común (Uria aalge) y el de Brünnich (Uria lombia).
En septiembre, especies que han sido comunes en el litoral y en el interior muy, probablemente, ya no se podrán observar. Este es el caso del chorlitejo grande (Charadrius hiaticula); aguja colinegra (Limosa limosa); zarapito trinador (Numenius phaeopus) o charrán ártico (Sterna paradisaea).
Otoño
A principios de otoño aún se pueden observar algunas de las especies que se reproducen habitualmente en la isla. Algunas, no obstante, se están reuniendo para efectuar la migración. Así los campos están llenos del ánsar común (ansar común); cisne cantor (cisne cantor); y chorlito dorado (chorlito dorado). Mientras que en la costa, en las orillas de la playas se encuentran el correlimos oscuro (Calidris maritima) y el correlimos común (Calidris alpina). También, se pueden observar a especies migradoras de paso que se dirigen, ahora, hacia el sur a sus lugares de invernada. Y, con suerte, se pueden observar especies divagantes.
Invierno
Además de las especies residentes y las migradoras parciales, también hay especies que vienen a la isla a invernar. Las hay que son visitantes invernales exclusivos como el mérgulo atlántico (Alle alle); aunque este, se mantiene en mar abierto y sólo se aproxima a la costa durante los temporales. La gaviota groenlandesa (Larus galucoides), sin embargo, sí se queda por el litoral; comienzan a llegar a finales de septiembre y su población alcanza el punto máximo en marzo, cuando pueden haber muchos miles en el área de Reikiavik.
Otras aves vienen a engrosar la población de residentes durante el invierno, como el éider común (Somateria mollissima), el gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus), o el pato arlequín (Histrionicus histrionicus); o, también, la de aquellas que migran parcialmente como el pato havelda (Clangula hyemalis).
Ahora bien, en invierno las aves en Islandia, por lo general, se mantienen cerca de la costa, especialmente en el mar, donde pueden sobrevivir al invierno. No obstante, en aquellas masas de agua dulce que no se han congelado porque tienen aportes de aguas termales, pueden albergar algunas aves, especialmente anátidas.
En el interior permanecen muy pocas especies. Tales como la perdiz nival o logopodo alpino (Lagopus muta) y a menudo cerca de estas, y presta a darse un banquete, el halcón gerifalte (Falcon rusticalus); y, también, el escribano nival (Plectrophenax nivalis) y el cuervo (Corvus corvax).
Conclusiones
Como indicaba en la introducción, creo que la mejor época para la observacion de aves en Islandia depende de los objetivos que se persigan. Aunque, siendo realistas, en muchos casos cuando buenamente podamos ir. En cualquier caso, veamos …
La primavera puede ser la mejor opción
La primavera en general parece la época más atractiva. Hilmarsson (2000), en su guía, concreta más, e indica que el mejor momento es entre mediados de abril a finales de junio, cuando la época de anidamiento comienza. En esta época las diferentes especies se mantienen en un territorio concreto por lo que es más fácil la observación y la fotografía. Ahora bien, los pajareros y, sobre todo, los foto-pajareros, tenemos que ser muy prudentes y cuidadosos. No debemos perturbar el normal comportamiento de las aves, especialmente en la temporada de cría; en esta época es cuando más necesarios son los telescopios y teleobjetivos (400 mm de distancia focal, en adelante).
Julio tampoco esta mal
Pero de julio a no más tarde de mediado de agosto, que es cuando muchos pajareros pueden disponer de las vacaciones, es también un momento interesante. Además, si aprovechamos todas las horas de luz prácticamente no dormiremos, sólo pajarearemos; así que, para no enfermar, hay que recortarse. En esa época aún observaremos especies con el plumaje de cría; pollos y juveniles de algunas especies; y los acantilados siguen repletos de aves marinas, aunque no por mucho tiempo.
En verano poca cosa y en otoño algo se anima
Si entre nuestros objetivos esta observar las grandes concentraciones de aves marinas, esta claro que cuando no tenemos que ir es desde principios o mediados de agosto hasta la primavera siguiente. Entre agosto y septiembre quizás sea la época en la que menos objetivos pajareros se pueden abordar. El inicio del otoño, sin embargo, y si el objetivo fundamental son la observación de divagantes y/o migradoras de paso, puede ser un buen momento.
El invierno tiene su atractivo
Para un pajarero de la península Ibérica, especialmente del sur, el invierno puede ser muy interesante en cuanto que podrá observar especies árticas. Pero un inconveniente es que sólo dispondrá de unas cuatro o cinco horas de luz al día. Ahora bien, con suerte podrá presenciar la aurora boreal; esto puede compensar el desplazamiento, y aprovechar, de esta forma, las horas de oscuridad en la isla. Además, al parecer, hay interesantes actividades culturales en las largas noches de Reikiavik.
Mis opciones para el futuro
Como indicaba en el primer apartado, he estado en Islandia en la segunda quincena de julio; creo que puedo recomendar estas fechas para observar y/o fotografiar aves en Islandia. Me gustaría, si me es posible, volver en otras dos ocasiones. Entre mediados de abril a finales de junio, como sugiere Hilmarsson; y, también, me atrae el invierno. Aunque si les soy sincero, en esta última época, el objetivo sería más bien la aurora boreal; y aprovechando que se está por allí, pues a pajarear.
También el mes de marzo, como nos indica Manu Santa Cruz en los comentarios, es un momento muy interesante que tendré en cuenta.
Saludos flamencos,
Bibliografía
Focus on Nature. A List of Birds in Iceland. (Disponible el 4 de septiembre de 2018 en http://focusonnature.com/IcelandBirdListIceland.htm)
Gudmudsson, H. Hlídbert, J.B. 1997. Bird Watching – A concise guide to the areas of Iceland of interest to the birdwatcher (Iceland Nature Guide). Ritsmidjan, Reykjavík.
Hilmarsson, J.O. 2000. Icelandic Bird Guide. Reprinted 2008. Idumm, Reykjavík.
Rickson, E.B., Kolbeinsson, Y. Where to find birds in Iceland. En: The Icelandic Birding Pages. (Disponiblen el 4 de septiembre de 2018 en https://notendur.hi.is/yannk/specialities.htm)
También te pueden interesar otros artículos sobre Islandia ⇒
4 ideas sobre “Las aves en Islandia: ¿Cuál es la mejor época para su observación?”
Buenas, Benjamín:
Como siempre, interesantes artículos.
Estuve en Islandia en marzo y es una pasada: las aves marinas ya están de vuelta en las colonias, las invernantes del Ártico siguen ahí, es buena época para aurora boreal y el mejor momento para ver orca. Sorprendentemente, no hace mucho frío y hay un montón de turistas. El punto negativo es que la nieve limita bastante el acceso a según qué sitios. Nosotros, por esa razón y por el tiempo disponible, nos limitamos prácticamente a la zona suroeste. Aunque recorrimos desde la Península de Snaefellsnes (sitio top para la orca) hasta Vik
¡A cuidarse!
Gracias Manu. Muy interesante esto que comentas. Marzo puede ser también una muy buena opción, me lo apunto.
Saludos flamencos,
Muy interesante y divulgativo como siempre Benjamín!
Fecha pico para aves, como bien dices finales de junio (la última quincena), no sólo de marinas, están en plena cría las agachadizas, agujas, archibebes y perdices nivales…
Para auroras boreales marzo está bien, pero ten en cuenta que a pesar de lo que parece, Islandia está «muy al sur», muy recomendable Finlandia y la septentrional península de Varanger en Noruega.
Si yo tuviera que definir Islandia con una palabra…sería SALVAJE.
P.D: Saludos a Pepa!! 😉
Gracias Pablo por las indicaciones. En uno u otro lugar, algún día tengo que presenciar la aurora boreal. Yo también definiría a Islandia como SALVAJE. En este último viaje, no obstante, me ha parecido que eramos demasiados turista por el sur (la famosa ruta del círculo de oro). Sin embargo, he conocido la península de Vestfirdir en el oeste, sus fiordos, acantilados (espcialmente Látrabjarg) y el interior, y es ciertamente SALVAJE. Y el norte y el este, en los que ya había estado, siguen siendo SALVAJE.
Un abrazo de Pepa y saludos flamencos,